«Fueron momentos de otra época, de una que creía que habíamos superado hace tiempo»

Muchos hemos visto la fotografía de una persona en silla de ruedas tratada violentamente en el desalojo de los indignados acampados en la Plaza Cataluña de Barcelona… distintas declaraciones posteriores han intentado restar importancia al asunto, hasta que la persona en cuestión ha sentido que se manipulaba la historia y ha querido contar su versión de primera persona.

La carta es un tremendo mensaje de reflexión, la transcribo traducida al castellano más abajo… me quedo con esta frase:

«I trobo molt greu que es generi polèmica per la possibilitat que m’hagin pegat a mi i en canvi sembla que no importi que altres persones sí fossin agredides o patissin crisis d’ansietat severes. Tots som iguals davant la llei i tenim el mateix dret de manifestació i de legítima defensa, en especial davant d’una agressió gratuïta com la de divendres passat. «

«Me parece muy grave que se genere polémica por la posibilidad de que me hayan pegado a mí y en cambio parece que no importa que otras personas sí fuesen agredidas o sufrieran crisis de ansiedad severas. Tdoso somos iguales delante de la ley y tenemos el mismo derecho de manifestación y de legítima defensa, especialmente ante una agresión gratuita como la del viernes pasado.»

Carta completa traducida:

«Soy la persona en silla de ruedas que aparece en numerosas fotografías del intento de desalojo en plaza Cataluña y quiero poner nombre a las imágenes que son objeto de controversia. Mi nombre es Sebastián Ledesma Morán, tengo 55 años y quiero dejar claras tres cosas:

1) Que las imágenes son un reflejo cierto de lo que allí ocurrió.

2) Que el Mosso d’Esquadra no me estaba defendiendo como han dicho el consejero Felip Puig y algunos medios de comunicación, sino que me estaba agrediendo, como así lo acreditan los golpes y rozaduras que tiene la silla en el lateral izquierdo, provocadas por un golpe de porra.

3) Que no recibí ningún golpe en mi cuerpo porque el Mosso que me amenazaba con su porra (como se aprecia en la foto) fue detenido por otro Mosso que le dijo: «No, joder, a ese no, que nos llevan al Juzgado «.

También quiero dejar claro que no soy ni un héroe, ni una víctima, ni un «borroka» ni, mucho menos un inconsciente. Únicamente soy, ni más ni menos, un indignado más. Cada día participo en las actividades de plaza Cataluña, en especial en la comisión de diversidad funcional, que entre otros trata temas de discapacidad.

Y podéis estar seguro de que seguiremos la protesta y la lucha pacífica hasta que este estado de cosas desaparezca.

Tendré que llevar al taller la silla para que la reparen, porque si no pintan las rozaduras se oxidarán. No sé ni me importa nada si este gasto irá sólo a cuenta mia, que conste. Lo que me preocupa de verdad es que yo de joven tuve que correr delante de los grises y que esta policía, que consideraba mía, me ha hecho correr delante de ellos. A ver cómo le explico ahora a mis hijas que esta es la policía que nosotros pedíamos.

Durante la carga policial sentí varios Mossos diciendo, en castellano todos por cierto: «¿Qué hace este hombre aquí? ¡Llévenselo! ¡Llévenselo!». Estoy hasta el moño que se cuestione por qué estaba yo allí: tengo todo el derecho y todo el deber de estar como indignado. ¿Por qué no querían que estuviera? ¿Por qué les dificulto repartir porrazos a placer? Y me parece muy grave que se genere polémica por la posibilidad de que me hayan pegado a mí y en cambio parece que no importe que otras personas sí que fueran agredidas o sufrieran crisis de ansiedad severas. Todos somos iguales ante la ley y tenemos el mismo derecho de manifestación y de legítima defensa, en especial ante una agresión gratuita como la del viernes pasado.

Los que estaban detrás de mi silla, a quienes los Mossos querían zurrar, estaban porque yo les dije que se escondieran allí, convencido de que a mí no me harían gran cosa. Nadie me manipuló ni había que proteger a mis compañeros indignados, como se ha dicho. Sólo me he sentido manipulado por la versión de Felip Puig sobre la actuación policial y sólo he necesitado ser protegido de sus Mossos.

Estábamos haciendo resistencia pacífica a los accesos a la plaza para impedir que salieran los camiones con nuestras pertenencias. Como se ha podido comprobar, no hemos podido recuperar nada de lo que se llevaron, ni las firmas recogidas, ni móviles ni nada. Además los han descargado en un descampado como si fuera un vertedero.

Sólo sentí miedo después del momento de las fotos, cuando miles de simpatizantes rodeaban la plaza y abucheaban a los Mossos. Temí que se lanzaran sobre ellos, los Mossos respondieran y hubiera una gran desgracia. Fueron momentos de mucha, mucha tensión. Fueron momentos de otra época, de una que creía que habíamos superado hace tiempo«.

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